Iluminando el mar,
la espada oculta, disfrazada de narval.
Es hoy leyenda.
Apresado en la tempestad,
en un viaje en contra de su voluntad,
de tantas leguas.
Emerge al viento con la fuerza de un titán.
Aún hay lamentos de quien lo quiso apresar.
Nemo es su capitán,
recorre el mundo con ansias de libertad.
Es rey sin tierra.
Rumbo sin dirección.
Juró en la sangre de su amor, le prometió
luchar sin tregua.
En otra vida fue la encarnación de un dios.
Gobierna el mar, es el hijo de Poseidón.
No hay ningún horizonte
que no pueda alcanzar
porque nada en este mundo es imposible.
No existe dios ni hombre
que me pueda gobernar
porque nadie en este mundo es invencible.
Y aunque el maelstrom a la otra orilla lo llevó,
ningún destello, ningún rastro apareció.
Sé que algún día regresará.
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que no pueda alcanzar
porque nada en este mundo es imposible.
No existe dios ni hombre
que me pueda gobernar
porque nadie en este mundo es invencible.