Fábricas de sueños, vertedero de historias. Humo de recuerdo, olvidos de memoria. Amores verdaderos que me saben a gloria.
Baja la marea, sube la contribución. Y nos la dan con queso, y queremos jamón. El centro de mi universo, que esté en nuestra habitación.
Yo aprendo a sobrevivir en el barrio de la ilusión, y en la ciudad de las nubes, calla de mi imaginación. Yo aprendo a sobrevivir en el barrio de la ilusión, y en la ciudad de las nubes.
Yo no me quiero marchar, se me ha olvidado la manera de volar. Y aquí no pasa el tiempo, y el espacio se vuelve cada vez más pequeño.
Cuando me quedo encerrado, lerelelé, en la cárcel de tus sueños, lerelelé. Cuando me dejas plantado, lerelelé, en la parada del metro, leré.
Y en la plaza del mercado ya no se cuentan cuentos, han echado a los viejos, no tienen perdón. Por eso quiero contártelo cantándote ésta canción.
Yo aprendo a sobrevivir en el barrio de la ilusión, y en la ciudad de las nubes, calla de mi imaginación. Yo aprendo a sobrevivir en el barrio de la ilusión, y en la ciudad de las nubes.
Yo no me quiero marchar, se me ha olvidado la manera de volar. Y aquí no pasa el tiempo, y el espacio se vuelve cada vez más pequeño.
Cuando me quedo encerrado, lerelelé, en la cárcel de tus sueños, lerelelé. Cuando me dejas plantado, lerelelé, en la parada del metro.
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Se me ha olvidado la manera de volar, lerelelé,
encerrado en mi habitación, lerelelé. En el país de mi imaginación, lerelelé, de corazón, lerelelé.
En el país de mi imaginación.