Dejó a su novia en Barcelona
comiéndose las donas y regalos del civil,
minutos antes de la boda,
compró un disco de moda y un pasaje
hacia Brasil.
No hubo despedidas,
eso está bien,
sólo que era un buen día
para irse y dijo:
"las horas no me van a esperar"
dieciocho mil millas en moto,
amigo y copiloto, guerrillero y buen doctor,
lo tuvo todo y lo dio todo,
esposa amante hijos y hasta una revolución.
No quiso más despedidas,
eso está bien,
cuando era chico un buen día
caminaba y dijo:
"Las horas no me van a esperar".
Miró a los ojos de su jefe,
un niño pijo avaro, medio raro, acosador,
le dio una cita en la Cibeles,
y con un tenedor crucificó
venenganza y despedida,
eso está bien,
arrodillada un buen día ya cansada dijo:
Taken from AlbumSongAndLyrics.com
"Las horas no me van a esperar".