Coge las caricias de mi frente, la calma de tenerte, y llévatelo.
Abre las esquinas de mi mente, recoge mi presente, y llévatelo.
Guarda los momentos de este cuento y así cuando se me acaben, préstamelos.
Rompe lo que a ti no te gustaba, y me lo envuelves por semanas, y mándamelos.
Coge la sentencia del que sabe que quererte era la llave, lo que no te daba yo. Y porque todo lo que me entregabas ya no lo merezco yo.
Y es que el tiempo ya no entiende de valientes, lo que quiere es que te quiera y así me declaro amor. Y dame la condena del que sabe que sin ti me muero yo.
Habla con los duendes de tu cama, les preguntas dónde estaban, y quédatelos.
Vende cada metro de reproche que dejaba cada noche tanto dolor.
Coge la sentencia del que sabe que quererte era la llave, lo que no te daba yo. Y porque todo lo que me entregabas ya no lo merezco yo.
Y es que el tiempo ya no entiende de valientes, lo que quiere es que te quiera y así me declaro amor. Y dame la condena del que sabe que sin ti me muero yo.
Llévatelo...
Si quererte es perderte y perderme es tu suerte. El saber que aunque pese nunca supe quererte Y por más que lo intentes amor, llévatelo.
Coge la sentencia del que sabe que quererte era la llave, lo que no te daba yo. Y porque todo lo que me entregabas ya no lo merezco yo.
Y es que el tiempo ya no entiende de valientes, lo que quiere es que te quiera y así me declaro amor. Y dame la condena del que sabe que sin ti me muero yo.
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