Ví las ratas jugando en los andenes, hermanos muertos de hambre arriba de los trenes. La gente habla tanto que no se entiende, la gente mira tanto que no se ve.
La parca me sigue a todos lados, aunque me vaya al sol, la sombra está a mi lado. Y ya no quiero seguir huyendo, igual desde que nací que me estoy muriendo.
Y yo no tengo nada. Yo no tengo nada. Pero si muero sé que viví. Pero si muero sé que viví.
Dicen que debí guardar todo lo que me dieron y que no debí dar lo que me pidieron, pero no me arrepiento de haber vivido caminando en el invierno con poco abrigo.
He corrido sin mirar que había en el piso, he caído por no saber bien lo que piso. Pero nadie podrá cortarme las alas, nadie me hará pensar si el corazón llama.
Y yo no tengo nada. Yo no tengo nada. Pero si muero sé que viví. Pero si muero sé que viví.
Y yo no tengo nada. Yo no tengo nada. Pero si muero sé que viví. Pero si muero sé que viví.
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