Translation of Aleluya gloria al seņor by Los Muertos De Cristo

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Ya florecen los naranjos, ya se huele a azahar. Ya se reúnen los hipócritas, pa´seguir a su hermandad. El curilla santiguando, la saeta ya sonó, El clero frota las manos, cantando esta canción.

Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor! Somos los herederos de Judas el traidor. Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor!

El engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

A la virgen ya la llevan, derrochado humildad , Luciendo plata y oro, que a los pobres no darán. Donativo pal´cepillo, en el infierno arderás, Y los pobres ignorantes, todos juntos a rezar.

Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor! Somos los herederos de Judas el traidor. Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor!

El engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

Encabezan la cofradía, quien te puedes imaginar, los mejores como personas, los cristianos de verdad: curas, picoletos, terratenientes, usureros, el alcalde, el obispo y algún que otro rastrero.

Y Aleluuuuya, el engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

Y Aleluuuuya, somos los herederos, de Judas el traidor.

Y Aleluuuuya, el engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

Y Aleluuuuya, es la paradoja de esta estúdida tradición.
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Ya florecen los naranjos, ya se huele a azahar. Ya se reúnen los hipócritas, pa´seguir a su hermandad. El curilla santiguando, la saeta ya sonó, El clero frota las manos, cantando esta canción.

Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor! Somos los herederos de Judas el traidor. Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor!

El engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

A la virgen ya la llevan, derrochado humildad , Luciendo plata y oro, que a los pobres no darán. Donativo pal´cepillo, en el infierno arderás, Y los pobres ignorantes, todos juntos a rezar.

Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor! Somos los herederos de Judas el traidor. Aleluya, aleluya ¡Gloria al Señor!

El engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

Encabezan la cofradía, quien te puedes imaginar, los mejores como personas, los cristianos de verdad: curas, picoletos, terratenientes, usureros, el alcalde, el obispo y algún que otro rastrero.

Y Aleluuuuya, el engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

Y Aleluuuuya, somos los herederos, de Judas el traidor.

Y Aleluuuuya, el engaño es nuestra fuerza, el dinero nuestro Dios.

Y Aleluuuuya, es la paradoja de esta estúdida tradición.