Translation of El fotógrafo by Yip Low

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EL FOTÓGRAFO
YiP-LoW:
Esta es la historia de un fotógrafo,
que sin tener ninguna culpa más de una vez tuvo que pedir disculpas,
sin ninguna razón estuvo deprimido,
sólo hizo realidad el sueño que él siempre quiso.
Fotos sacó a José María Aznar, a José Luis Rodríguez Zapatero,
sin tener ni idea de política el estuvo metido en esto y
el aguacero que le atrapó lo dominó para siempre
y por completo se metió hasta lo más profundo de este agujero.
Estuvo en todas partes, en la boda real, en Vietnam,
su sueño siempre fue estar en Irak,
le fascinaba averiguar misterios de la vida y haber estado en la 2ª guerra mundial. Arriesgó su vida para mostrar a la gente todo lo que pasaba ahí fuera,
todo lo que fuera la vida cierta,
en escenas fotográficas que a muchos nos afecta
y nos revienta y quisiéramos que no existieran jamás.
Se unió al mundo del periodismo para periódicos de tercera clase
y así fue aprendiendo y teniendo una base
de la carrera que le gusta y que a muchos nos saca de quicio,
así continuó de fase en fase,
de sitio en sitio.
Nunca fue racista, ni materialista, ni derechista,
sólo publicaba artículos que él escribía en revistas,
artículos que le hacían estar en la lista,
de los amenazados por bandas homicidas y extremistas.
Chechenios, Al Qaeda, E.T.A. y muchos más,
lo quisieron secuestrar por mostrarnos la verdad,
por hacernos sentir de alguna forma lo culpables
que pudimos ser por apoyar a bandas criminales.
Él estuvo en África, en tierras sarcásticas y drásticas,
en tierras donde la mujer sufre agresiones caóticas,
lugares donde ser blanco o negro es algo de otras galaxias,
lugares donde tener una distinta religión es ser enemigos para toda ocasión.
Su mujer se preocupaba, por todo lo que le pasaba,
con llamadas a su casa amenazándole se acostaba, hasta los huevos estaba
de por qué la vida es tan dura
y por qué todos los famosos le odiaban con toda la amargura.
Se fue haciendo famoso, en su mundo del periodismo,
y poco a poco la gente desconfiaba de él,
se hacía preguntas a él mismo
y con su mujer era cruel cada vez que comenzaban la discusión de siempre.
Quería centrarse en su edén, protegerlo hasta la muerte,
simplemente pasarlo bien, con un poco más de suerte,
entendía que se estaba marginando y andando soñaba con aproximarse al poder
y pasar de todos los obstáculos.
El fotógrafo.



Estuvo en depresión, su mujer le dejó,
continuamente pasaba de ella, y así acabó,
sin hogar, sin casa, sin sitio donde vivir,
muerto de hambre en la esquina del Burger King.
Pero vino un viejo amigo, lo vio tirado en la calle,
como toda buena amistad de su casa le dio la llave,
lo acogió con todo lo que podía,
con todo el cariño del mundo él le oía y así de un momento a otro le entendía.
Ya recuperado de su depre su amigo le animó para buscarse un curro,
pero ahí seguía, sin un duro,
con el culo al aire,
todo dependía de una antigua amistad que el destino les hizo reencontrarse.
Al final le aceptaron en un empleo de un nivel bastante bajo,
con la cabeza agachada estuvo pensando un rato,
en el lío en que se había metido,
pero no se dio cuenta de que mirando abajo sólo se iba al carajo.
Olvidó el ser periodista y volvió a fotógrafo,
pero siguió en su trabajo como cualquier otro empleado,
el estrés le superó todos sus límites hasta que la rabia el alma le extrajo, de cuajo.
Fue a casa, con un machete,
su amigo que todo lo había dado por él lo ve y se arrepiente,
el pobre hombre una hostia le dio en frente,
y hasta que ya nada lo siente, y el crimen lo comete.
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EL FOTÓGRAFO
YiP-LoW:
Esta es la historia de un fotógrafo,
que sin tener ninguna culpa más de una vez tuvo que pedir disculpas,
sin ninguna razón estuvo deprimido,
sólo hizo realidad el sueño que él siempre quiso.
Fotos sacó a José María Aznar, a José Luis Rodríguez Zapatero,
sin tener ni idea de política el estuvo metido en esto y
el aguacero que le atrapó lo dominó para siempre
y por completo se metió hasta lo más profundo de este agujero.
Estuvo en todas partes, en la boda real, en Vietnam,
su sueño siempre fue estar en Irak,
le fascinaba averiguar misterios de la vida y haber estado en la 2ª guerra mundial. Arriesgó su vida para mostrar a la gente todo lo que pasaba ahí fuera,
todo lo que fuera la vida cierta,
en escenas fotográficas que a muchos nos afecta
y nos revienta y quisiéramos que no existieran jamás.
Se unió al mundo del periodismo para periódicos de tercera clase
y así fue aprendiendo y teniendo una base
de la carrera que le gusta y que a muchos nos saca de quicio,
así continuó de fase en fase,
de sitio en sitio.
Nunca fue racista, ni materialista, ni derechista,
sólo publicaba artículos que él escribía en revistas,
artículos que le hacían estar en la lista,
de los amenazados por bandas homicidas y extremistas.
Chechenios, Al Qaeda, E.T.A. y muchos más,
lo quisieron secuestrar por mostrarnos la verdad,
por hacernos sentir de alguna forma lo culpables
que pudimos ser por apoyar a bandas criminales.
Él estuvo en África, en tierras sarcásticas y drásticas,
en tierras donde la mujer sufre agresiones caóticas,
lugares donde ser blanco o negro es algo de otras galaxias,
lugares donde tener una distinta religión es ser enemigos para toda ocasión.
Su mujer se preocupaba, por todo lo que le pasaba,
con llamadas a su casa amenazándole se acostaba, hasta los huevos estaba
de por qué la vida es tan dura
y por qué todos los famosos le odiaban con toda la amargura.
Se fue haciendo famoso, en su mundo del periodismo,
y poco a poco la gente desconfiaba de él,
se hacía preguntas a él mismo
y con su mujer era cruel cada vez que comenzaban la discusión de siempre.
Quería centrarse en su edén, protegerlo hasta la muerte,
simplemente pasarlo bien, con un poco más de suerte,
entendía que se estaba marginando y andando soñaba con aproximarse al poder
y pasar de todos los obstáculos.
El fotógrafo.



Estuvo en depresión, su mujer le dejó,
continuamente pasaba de ella, y así acabó,
sin hogar, sin casa, sin sitio donde vivir,
muerto de hambre en la esquina del Burger King.
Pero vino un viejo amigo, lo vio tirado en la calle,
como toda buena amistad de su casa le dio la llave,
lo acogió con todo lo que podía,
con todo el cariño del mundo él le oía y así de un momento a otro le entendía.
Ya recuperado de su depre su amigo le animó para buscarse un curro,
pero ahí seguía, sin un duro,
con el culo al aire,
todo dependía de una antigua amistad que el destino les hizo reencontrarse.
Al final le aceptaron en un empleo de un nivel bastante bajo,
con la cabeza agachada estuvo pensando un rato,
en el lío en que se había metido,
pero no se dio cuenta de que mirando abajo sólo se iba al carajo.
Olvidó el ser periodista y volvió a fotógrafo,
pero siguió en su trabajo como cualquier otro empleado,
el estrés le superó todos sus límites hasta que la rabia el alma le extrajo, de cuajo.
Fue a casa, con un machete,
su amigo que todo lo había dado por él lo ve y se arrepiente,
el pobre hombre una hostia le dio en frente,
y hasta que ya nada lo siente, y el crimen lo comete.