Chorra (1928) Letra: Enrique Santos Discépolo Música: Enrique Santos Discépolo
Por ser bueno, me pusiste a la miseria, me dejaste en la palmera, me afanaste hasta el color. En seis meses me comiste el mercadito, la casiya de la feria, la ganchera, el mostrador... ¡Chorra!... Me afanaste hasta el amor... Aura tanto me asusta las mina que si en la calle me afila me pongo al lao del botón.
Lo que más bronca me da, es haber sido tan gil.
Si hace un mes me desayuno con lo que he sabido ayer. No era a mí que me cachaban tus rebusques de mujer... Hoy me entero que tu mama, "noble viuda de un guerrero", es la chorra de más fama que ha pisao la treinta y tres. Y he sabido que el "guerrero" que murió lleno de honor, ni murió, ni fue guerrero como me engrupiste vos
Está en cana protuariado como agente en la camorra, profesor de cachiporra, malandrín, estafador. Entre todos me planearon con la cero tu silueta fue el anzuelo donde yo te fui a ensartar. Se tragaron, vos, "la viuda" y "el guerrero", lo que me costó diez años de paciencia y de yugar... ¡Chorros!... Vos, tu vieja y tu papá. ¡Guarda!
Cuidensé porque anda suelta, si los cacha, los da vuelta, no les da tiempo a rajar.
Lo que más bronca me da, es haber sido tan gil.
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