A tu cintura mis manos quieren llegar y aunque se apuran parece que hay que esperar no es un antojo, ni un capricho más es un delirio de verdad.
A tu cintura una promesa he de hacer y una pintura en suave lienzo papel y una aventura que no puedas creer a tu cintura escribiré.
Me corta la respiración de verte vacilar provocando mi tensión te dejaré en tu cintura el sol y allí fundirnos los dos.
Santo Dios no me hagas esperar porque puedo enloquecer tu cintura, un arroyito y yo me voy muriendo de sed.
Que tu cintura me haga perder la razón es buena excusa para pedir compasión y me permitas consagrar mi piel a tus encantos de mujer.
A tu cintura le ofrecería una flor como figura que simbolice mi amor a tu cintura he de llegar feliz el día que digas que si.
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Letra - Música: La Moro - Ramón Barrionuevo.
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