Todavía confío en el cielo. Todavía lo miro y le creo. Y él, me ha contado que existe, en la tierra, otro paralelo.
Es el cielo de tus ojos. Portador de infinitos colores. Ha sabido regalarme soles Y sacarme de esta tormenta gris.
Mi ansiada alegría se ha convertido en hecho. No tiene límites este amor: esta locura no tiene techo.
Todavía me fio del agua. Precisa, no se equivoca en nada. Y me dice que existe pureza Similar a la de su esencia.
Que la busque, está en tu alma. Es entonces que rompo esta coraza y dispuesto a jugarme el pellejo Dejo que me lleve tu viento.
Has hecho de esa roca de nuevo un corazón. Voy perdiéndome en tu boca. Es así: Soy feliz en tu estación.
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