Con los brazos abiertos nos despedimos Con los brazos abiertos y enredados En cuerdas de acero enredados Con los brazos abiertos y los ojos quietos
No supiste callarte en mi silencio No supe atarte a mis brazos No alcancé a decirte no me esperes Ni al saber que me decías hasta pronto
Pero supe así crecerme de a poco En lo blando de tu luna en creciente Siempre estuve abrazándote de adentro Más maduro cada vez y menos roto
Compañera nos hicimos uno al otro En la dulce celda oscura de tu vientre
Nos encontramos con los brazos postergados Tus muñecas maniatadas con las mías Con los brazos diminutos de las manos Nueve meses de encarnada rebeldía
|