La nieve baja del cerro, blanqueando de espuma el río y el río se va a la nube, libre como el campo mío.
No quieran ponerme moldes para cantarle a la tierra. Yo canto con toda el alma, pero canto a mi manera.
Me gusta la voz del viento, que siempre canta distinto, aunque parezca lo mismo...
Me anda faltando una nota pa' llegar a la docena. Por eso, mi chacarera se va llamando "la oncena".
No me importa que no escuchen, si no quieren escucharme; mi cantar lo aprende el viento: alguien habrá de heredarme.
No quiero quedarme quieto, junto a la vida que anda; sobre el agua que se estanca, se va la noche estrellada.
Cada cual diga su copla. No me gusta andar camino, que otros hayan recorrido...
Me anda faltando una nota
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