Hay una lucha que se bate en las afueras donde las víctimas de las corporaciones tienen un camino al borde del rio, levantando la vista hacia una bolsa de plástico y una vida escrita con letras de plomo. ¿Soportaremos el dinero bajo los impermeables de sus (nuestros) policias, soportaremos el dinero bajo nuestros cortavientos?. Hasta que salga el sol empujado por peronsa para combustir facturas en tu estacionamiento, el sol de una revolución que no será escrita en ninguna historia más que la nuestra que se escribe con letras de luz.
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