uno, no mas, uno rodeado por el mundo, camino y encuentro caras, laberinto, me muevo sin mis alas, mi acento es distinto, las miradas son mil dedos que me señalan vagabundo.
Las ciudades grandes me producen panico escenico y mis movimientos son los de un hispanico excentrico.
Ando asimilando los olores y quimeras, me paro en mis piernas inmaduras y extranjeras, hago lo que veo, me muevo por instinto, veo dioses de barro, de marmol, de la tierra, del olimpo.
Extranjero en panico.
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