Hincho mi corazón para que entre como cascada ardiente el universo el nuevo día llega y su llegada me deja sin aliento.
Canto como la gruta que es colmada canto mi día nuevo.
Por la gracia perdida y recobrada humilde soy sin dar y recibiendo hasta que la gorgona de la noche va, derrotada , huyendo.
Las montañas se deshacen y el ganado se ha perdido el sol regresa a su fragua todo el mundo se va huído.
Se va borrando la huerta la granja se ha sumergido y mi cordillera sume su cumbre y su grito vivo.
Las criaturas resbalan de soslayo hacia el olvido y también los dos rodamos hacia la noche mi niño.
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