Duerme Femés y en el silencio sólo los ladridos de los perros.
Nada se ve sólo las sombras saben la verdad de las historias.
Nada se podría comparar a esa mujer Mararía. María, Mararía.
Nada florece, todo se esconde sólo lava y sol cuando amanece.
Duerme Femés, se para el tiempo y el dolor te quema como el fuego.
Nada se podría comparar a esa mujer Mararía. María, Mararía.
Arde Femés y un grito rompa las aguas tranquilas de la noche.
El animal duerme y descansa hasta que la rabia se desata.
Nada se podría comparar a esa mujer Mararía. María, Mararía.
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