Si tú no me hubieras tirado la nevera, yo jamás te hubiera tirado el molinillo de café. Si tú no me hubieras tirado el sofá, yo jamás te hubiera tirado el mueble-cama.
Así estamos los dos, en el hospital escayolados.
Así estamos los dos, en el hospital escayolados.
En vez de estar haciendo el amor, en vez de estar haciendo el amor tras la cortina de un cine de verano.
Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo.
Si tú no fueras tan americano, yo tampoco sería tan ruso. Si tú no fueras tan americano, yo tampoco sería tan ruso.
Así estamos los dos, en el hospital escayolados.
Así estamos los dos, en el hospital escayolados.
En vez de estar haciendo el amor, en vez de estar haciendo el amor tras la cortina de un cine de verano.
Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo.
Tienes más dientes que una cremallera, y por eso sonríes y relucen las aceras. Que te miran las mujeres, que te miran los niños, y yo estoy loquito por comerte los piños.
Y me vestí de hiena para ver si así te hacía sonreír. Y me vestí de hiena para ver si así te hacía sonreír.
Y así poder lograr evitar estar los dos escayolados, y así poder lograr evitar estar los dos escayolados. Poder estar haciendo el amor,
poder estar haciendo el amor tras la cortina de un cine de verano.
Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo. Si tú, si yo, si tú, si yo.
Si tú no me hubieras tirado la nevera, yo jamás te hubiera tirado el molinillo de café.
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