Translation of El bar de la esquina by Azul Caribe

From:

Estaba en una terracita
un oscuro medio día
echándome una copita,
en ese bar que hace esquina con la calle mayor...

viendo volar a las moscas,
viendo pasar la vida,
viendo pasar las chicas,
que a todas me acercaría,
a todas las besaría,
pero las pierdo de vista y porque pasan deprisa.

Y apuré el chinchón de un trago
y por el culo del vaso dibujé una silueta,
dejé volar a mi mente,
me cegó un poco el alcohol...

Y al abrir los ojos vi
que la borrosa silueta
se había convertío en princesa y eras tú.
Apareciste tú,
apareciste tú.

Yo me levanté de la silla
y hacia ti me encaminé,
¿puedo darte un beso niña?
y después me avergoncé de mí.

Pero pude resistirme
y te pregunté otra vez
¿puedo darte un beso niña
aunque sea en la mejilla?

Y tú me dijiste que sí,
me respondiste sí.
¿Podría subirte la falda
y tumbarte aquí en mi mesa?
¿podría tomarte aquí mismo? dime que sí, por favor.

Tú tiraste al suelo las copas
que había encima de la mesa,
me agarraste entre tus brazos
y se te abrieron las piernas.

Tú me dijiste que' yeah, yeah, yeah,
venga, hazlo ya, venga va.

Y así, sin darnos ni cuenta
va y los dos nos liamos,
venga a hacer el amor
en ese bar que hace esquina con la calle mayor.

Los clientes no entendían,
la gente curioseaba a ver que hacían esos dos, follando en un bar del centro en plena calle mayor,
y al fin vino un camarero y nos llamo la atención.

Fuera de aquí, por favor.
Y le contestamos que no.
Ah, y además le pedimos un pequeño favor:
¿puede, señor camarero,
hacer de casamentero?
cásenos aquí mismo,
cásenos, por favor.
No debería de hacerlo pero en fin, venga, va.

Allí mismo nos casamos,
nos casó el camarero,
convidamos a to el mundo.
Y allí encima de esa mesa,
de ese bar y de esa calle
la luna de miel pasamos
15 días bien preciosos.

Fue precioso nuestro amor,
fue precioso nuestro amor,
fue precioso nuestro amor,
fue precioso nuestro matrimonio.
Translate to:

Estaba en una terracita
un oscuro medio día
echándome una copita,
en ese bar que hace esquina con la calle mayor...

viendo volar a las moscas,
viendo pasar la vida,
viendo pasar las chicas,
que a todas me acercaría,
a todas las besaría,
pero las pierdo de vista y porque pasan deprisa.

Y apuré el chinchón de un trago
y por el culo del vaso dibujé una silueta,
dejé volar a mi mente,
me cegó un poco el alcohol...

Y al abrir los ojos vi
que la borrosa silueta
se había convertío en princesa y eras tú.
Apareciste tú,
apareciste tú.

Yo me levanté de la silla
y hacia ti me encaminé,
¿puedo darte un beso niña?
y después me avergoncé de mí.

Pero pude resistirme
y te pregunté otra vez
¿puedo darte un beso niña
aunque sea en la mejilla?

Y tú me dijiste que sí,
me respondiste sí.
¿Podría subirte la falda
y tumbarte aquí en mi mesa?
¿podría tomarte aquí mismo? dime que sí, por favor.

Tú tiraste al suelo las copas
que había encima de la mesa,
me agarraste entre tus brazos
y se te abrieron las piernas.

Tú me dijiste que' yeah, yeah, yeah,
venga, hazlo ya, venga va.

Y así, sin darnos ni cuenta
va y los dos nos liamos,
venga a hacer el amor
en ese bar que hace esquina con la calle mayor.

Los clientes no entendían,
la gente curioseaba a ver que hacían esos dos, follando en un bar del centro en plena calle mayor,
y al fin vino un camarero y nos llamo la atención.

Fuera de aquí, por favor.
Y le contestamos que no.
Ah, y además le pedimos un pequeño favor:
¿puede, señor camarero,
hacer de casamentero?
cásenos aquí mismo,
cásenos, por favor.
No debería de hacerlo pero en fin, venga, va.

Allí mismo nos casamos,
nos casó el camarero,
convidamos a to el mundo.
Y allí encima de esa mesa,
de ese bar y de esa calle
la luna de miel pasamos
15 días bien preciosos.

Fue precioso nuestro amor,
fue precioso nuestro amor,
fue precioso nuestro amor,
fue precioso nuestro matrimonio.